domingo, 18 de julio de 2010

¿Esa muñequita es tu novia?



Cuando el elbio terminó de dar su bizarro show, su amiga ya tenía retorsijones estomacales y se quería ir a su casa. Por mi parte, yo no podía hacer otra cosa más que seguir hipnotizado con esos coloridos ojos azules. Mas tarde me di cuenta que el color es todo en su vida. Esos ojos eran tempera y brillantina. Eran bellísimos. Élla era bellísima. Tenía una remerita con unos dibujitos estampados. Si mal no recuerdo era la Pantera Rosa. Un bolsito cruzado y unas zapas, que mas tarde me confeso haberlas comprado en Tafi por dos mangos. Antes de irse de la fiesta para salvar a su amiga de la garras del "bizarren boy" miró para saludarme y se fue. Yo me quede un buen rato en estado de Tilt –como los flippers cuando los guampeás demasiado- y cuando volví en si, lo invite al elbio con un porrón y le conté que había conocido a la chica de mi vida.     

Creo recordar a alguien diciendome ¿esa muñequita es tu novia? deliciosa frase pensé, y tenia razón era una muñequita. Nunca se me va a borrar de la memoria lo que me escribió por celu esa misma noche que nos conocimos. Me puso -me quedo tranquila, porque sé que nos vamos a ver mañana en el parque-. Ese mensaje era revelador. Un amigo me dijo que ella estaba poniendo en palabras lo que realmente pensaba y quería. ¿Dónde queda la histeria? No había lugar ni tiempo para histeriquear y dar vueltas.

Al día siguiente apareció por mi edificio. Toco el timbre y yo baje muy expectante. Cuando bajaba por el ascensor hacia fuerzas por recordar su nombre y como era. Apenas la vi, se me aclaro todo. Tenía el pelo revuelto, eran parvas de mechones que se amontonaban en todos lados formando como un casquito. Era simpática. Tenía un vestidito blanco con lunares violetas. Más tarde me contó que era de su abuela. La carterita que colgaba a su costado, tenía un dibujito de una plantita, era como una maceta con florines. Era la primavera en persona, mas allá de que estábamos en verano.  

Nos arrojamos al pasto y nos pusimos a mirarnos y a contarnos cosas. Paso una chica que vendía unas tortitas caseras. Ella le compro una porción marmolada que la comimos a medias. Ella llevo el mate. Más tarde me contó que tenía un montón de yerba en su casa porque en el supermercadito de los chinos -a la vuelta de su casa- hacían unas promos de yerbas buenísimas.     

Ella me contó que dibujaba y con unas amigas compartían un puesto en una feria en el Parque Roca, en donde producían y vendían ilustraciones, diseños y grabados y que con ese dinero se pagaban el alquiler. Me gusto algo que comento en referencia a su trabajo. Dijo que no lo cambiaría, porque era lo más lindo del mundo. Cuando hablaba de lo que hacia, sus hermosos ojos azules brillaban más que el sol.     

Casi al final de la tarde, ella me miro expectante y me pregunto que cosas me gustaban hacer. Fue una linda pregunta, porque no siempre hablo de las cosas que hago. Entonces le conté que escribía. Reconozco que dude en decirle, pero tenía que hacerlo. Le dije que me gustaba escribir historias de encuentros. Historias con principios felices, pero sin finales, porque siempre son trágicos. Siempre alguien ama más que el otro, siempre hay alguien que tiene mas deseos que el otro. Siempre hay uno que extraña más que el otro, siempre hay rupturas, dolor, tristeza, soledad y llanto. Entonces solo escribo principios. Ella me miro y como que no entendió o quedo medio sorprendida. Entonces se inclino para abrazarme y darme un beso y fue ahí cuando me pare y me fui. Recién ahí élla, se dio cuenta que solo era parte de mi imaginación.  

jueves, 15 de julio de 2010

Solo soy su Toy-Boy


Que tal Doc, paso un largo tiempo, pero déjeme decirle que necesitaba imperiosamente escribirle. Conocí una chica, cecilia se llama. Todos le dicen ceci, yo también. Fue raro como nos conocimos, fue medio rápido para mí, pero ella le impuso su vertiginoso ritmo y yo no me di cuenta. Digamos que caí en un extraño y mórbido halo de amor incondicional.

Recuerdo que al principio ella estaba súper pendiente de mí, me llamaba para saber como estaba, que necesitaba, concertaba todos los encuentros, me abrazaba y me besaba constantemente. Eran esos besos largos e intensos que con el calor de sus ojos verdes me cobijaban en un círculo amoroso increíble. Lo sentía en el cuerpo. Yo lo tomaba con calma. No me precipitaba. Digamos que daba un 50% de mí. Aparte ella daba de más. Casi daba por mí. Una noche recuerdo que fuimos a bailar y pasaron un par de temas de Madonna, ella danzaba frenéticamente, yo solo atinaba a seguir su ritmo. En un momento, yo me abalánzo para darle un par de besos al cuello y ella me corre con su mano y me aleja. Pensé en lo que hice y le pedí disculpas. Ella seguía danzando. Me enoje conmigo, pero también con ella. Igual seguí bailando, trate de no darle tanta trascendencia, al rato, pasaron un tema de los Smiths y se me fue el enojo. Los artistas que nos gustan logran aplacar cualquier disgusto. Todo quedo ahí. A los pocos días quedamos en ir al cine. Yo tenía ganas de ver una peli Japonesa, y ella insistía en que veamos una de una artista ambientada a principios de siglo. Yo cedí mi lugar y le di el OK. Así paso una vez y eso se fue repitiendo con otras películas. Ella empezó a elegir por mí. O no lo se. Pero cada vez que íbamos a alquilar alguna película ella me mostraba la tapa y me decía: - alquilemos esta... Porque estas son las pelis que a vos te gustan ¡¡¡- yo solo decía que si. Ya había cedido terreno, ya no sabia cual era mi lugar, si es que alguna vez lo tuve. Y así empezó a pasar con otras cosas. Las últimas veces que fui para su casa, ella estaba siempre ocupada con sus cosas, metida en su computadora, y me daba unas revistas para que me entretenga mientras ella terminaba sus trabajos de forma de no molestarla. A mi a esa altura ya no me importaba, aceptaba las reglas. Entonces leía complacido, reconozco que Ceci tenía unas revistas muy interesantes. Recuerdo haberme enganchado con una biografía de Madonna, donde hablaba que luego de haberse separado del Director de Cine Ingles Guy Ritchie, comenzó a tener amoríos lujuriosos y nada comprometidos, ella los llamaba sus “Boy toys” solo la complacían sexualmente, nada de ataduras, ni problemas, ni obsesiones, ni discusiones. Solo sexo. El varón era eso, un simple objeto sexual. Pensaba en la situación y no podía entender como estos varones-objeto no se daban cuenta, o en caso que así fuera, aceptaran tales condiciones. Al terminar de leer el artículo, ceci se acerco y me dio un beso en la cabecita. Me miro a los ojos dándome un gesto indicativo. Era hora de ir a la cama.        

Gabriel                       

lunes, 14 de junio de 2010

Nunca supe como retener un secreto



“Nunca mas te vamos a contar nada” .Todavía me acuerdo cuando mis amigas me dijeron esas palabras, pasaron un montón de días y todavía siguen sin hablarme. Siempre tuve problemas con eso. no se porque pero nunca puedo retener lo que otros me cuentan. Marcos, mi vecino, una vez me hablo de la privacidad y de la mentira, pero yo no le entendí porque el va al psicólogo y siempre me habla en difícil. Aparte a mí nunca me gusto eso de tener secretos o mentir. Mi mama siempre me dijo que le cuente toda la verdad.

Siempre me gustaba ir a las casas de mis amigas, porque sus casas eran re lindas. La casa de loli, -mi amiga del cole- tenia una puerta enorme, de madera y estaba toda llena de stickers de los ositos cariñosos, Barbie y chiquititas, era hermosísima. O a la de Floppy, que vivía con su mama en un departamento de pasillo por calle Corrientes, casi llegando a Santa fe, tenia una puerta corrediza, que cuando venia su mama a ver que estábamos haciendo, ella la corría frente a su cara.

Mis amigas nunca me querían contar nada porque decían que lo que ellas me contaban yo se los contaba a todos. Decían que no era confiable, que no podía retener un secreto. Que era una pibita re chismosa. Y era verdad, no pasaba un día que lo que me contaban, yo ya se lo estaba diciendo a toda la escuela.

La última vez que loli me contó un secreto fue cuando se tranzó a un pibe del otro curso. Loli me miro a los ojos y me dijo: “me juras que no se lo vas a contar a nadie ¿no?”. Toco la campana y yo no podía conmigo. Me mordía los labios de las ganas de contárselo a las chicas. Había algo más fuerte que me impulsaba a contarlo. No me retuve y se lo conté a todos, les conté que loli había tranzado con clericó, el pibe del otro curso.

Me acuerdo que esa fue la última vez que las chicas me contaron cosas. Desde ese día que no me hablan más. Hace tres semanas y dos días que no me cuentan nada. Es como un castigo, yo les dije que cambie, que no voy a contar nada a nadie, pero no me creen. Mi mama me pregunto que había pasado y yo me negué a contarle. En realidad le mentí. Le dije que yo me pelee con ellas porque no me invitaron a uno de sus cumpleaños. Me sentí bien sabiendo que le había mentido y que ella se lo había creído. Fue raro.

Quizás eso de la privacidad que me dijo esa vez Marcos tenga algo que ver con que yo nunca le miento a nadie. No lo se, pero mis amigas siempre le mienten a sus mamas. Las veces que veníamos a mi casa ellas me decían cosas en el oído para que mi mama no nos escuche, porque siempre escuchaba todo. A veces teníamos que ir al balcón para que no nos escuche. Ahora que lo pienso puede que sea así, porque nunca pude encerrarme en mi pieza a llorar o hacer lo que quiera, porque mi pieza no tenía puerta. No había nada. Era una escalera directa a mí.

Luciana

lunes, 26 de abril de 2010

Me da miedo dormir sin mi mama

Que tal doctor, quería comentarle algo que sucede con mi hija, porque me preocupa que a su edad no pueda dormir sola en su habitación. Es algo que lo hablamos siempre ella me habla de una pesadilla, pero no se de que me habla. Hoy por suerte viene una amiguita de ella. Juli se llama. Nunca me imaginé que los padres de juli la iban a dejar venir a la noche sabiendo lo estrictos que son me han sorprendido. Hoy viene Juli a mi casa, mi mama me dejó que venga. Ella es mi amiga de banco. Hacia un montón que le había dicho que venga jugar a mi casa. Ella siempre quiso. Sus papas son los que no quieren, pero se ve que al final cedieron. Apenas le dije a mi mama, ella se puso re contenta, me dijo que la única condición era que al otro día limpie y ordene todo. Tuve que aceptar medio quebrando el labio, pero me pareció justo, porque últimamente mi pieza estaba tan sucia que casi ni se podía estar. Con mi mama teníamos una relación muy unida. A veces dormíamos juntas, algunas noches todavía la sueño. No puedo dejar de pensar en ella. Pobre juli, pensar que no pudo disfrutar de su abuela. Algunas noches no me puedo dormir. Hay noches que no puedo dormir sola en mi pieza, me da miedo, no se que es, pero me pongo a llorar, así de la nada. Y salgo corriendo hasta la pieza de mi mama. Ella me abraza y me pregúnta si es esa pesadilla. Yo le digo si. Ella me abraza más fuerte. Se repite cada tanto. Pero me la acuerdo posta, es siempre la misma imagen, veo a la misma mujer con una cabeza de un caballo recostada en una cama y en la punta veo a una niña pequeñita que la mira sin poder hacer nada. Y es siempre así. Hasta que la mujer con cara de caballo se sacude Y ahí me despierto. Hoy me levanté de buen humor. Que vénga juli a mi casa me pone felíz, es más, estoy tan ansiosa de pensarlo, que ya me imagino como van a ser las cosas, seguro que apenas toque el tímbre, tipo 8 seguro suena el tímbre; éllos son re puntuales, pero en realidad élla es puntual porque sus padres son puntuales. Si fuera por juli no sé si seria puntual, en clase es medio despistada, siempre que la maestra le hace alguna pregunta ella siempre esta mirando para cualquier lado. Nunca sigue las clases, a la maestra tampoco. Una vez estábamos en una clase re aburrida de química, entonces le dije que se haga la descompuesta así íbamos al baño a fumar unos cigarrillos que le había robado a mi mama. La excusa para salir de clase era que ella se haga la dolorida, así la profe nos dejaba ir a la guardia a que la vea la doctora. Ella me miró con cara de nada, se levanto, se acerco a la maestra haciéndose la dolorida, y yo sorprendida detrás, salimos del curso a las corridas, yo me reía y la miraba a ella que también se reía. Corrimos por los pasillos solitarios mirando los cuadros de esa gente muerta. Y ahí deje de reírme, pero seguí corriendo. Sonó el timbre. Era Juli. Detrás estaba su papá, que le apoyaba la mano en su hombro y le decía a mi mama cosas en el oído mientras pasaba a mi casa. Con juli nos mirábamos y nos reíamos. Nuestros padres se quedaron hablando y tomando café en la cocina. La puerta se cerró. Mi mama se alejo por el pasillo a la cocina mientras nos invitaba con su voz a ir a la pieza. Entramos, cerramos la puerta y nos pusimos los piyamas. Apagamos las luces, prendimos unas velas y empezamos a contarnos cosas mientras nos reíamos. Le dije que le iba a contar un secreto pero con la condición de que nadie se tenia que enterar. Ella me lo juro. Entonces le conté que mi abuela había muerto en la cama en donde yo duermo. Abrió los ojos sorprendida, casi asustada, yo se lo sostuve un ratito para hacerla asustar más, hasta que la empuje diciéndole que era una broma. Río con nérvios y seguimos jugando hasta que se hicieron las doce. Toc Toc ¡¡ Sonó la puerta, era el papa de juli. Ella se subió al auto, yo la salude mientras se alejaba. Se cerró la puerta, mi mama me dio un beso y luego otro, mientras me besaba me empezó a dar sueñito. Abrió la puerta de mi pieza y me acostó en la cama. Cuando apago la luz, quedo todo oscuro, salvo una línea de luz lunar que provenía de la calle y se metia por la rendija de la persiana apuntantando justo en el borde de la cama donde yacia una figura humana enroscada sobre su propio cuerpo, que a esa altura yo ya no sabia si era un sueño o que, pero si que se parecia muchisimo a mi mamá. Marta

domingo, 11 de abril de 2010

Mi familia me duele

Cuando dejé a mi ex novia sabía que iba a extrañar muchas cosas, pero nunca imagine que de todas las cosas que nos conformaban como pareja, lo que más iba a extrañar iba a ser su familia. Es rarísimo Doc, pero me pasa que extraño todo de su familia, son tantas cosas que no sabría por donde empezar, quizás tendría que enumerarlas ¿no? Ya sé, voy a hacer un catálogo. A ver, ¿Que extraño? Hm… gestos, sonrisas, miradas, lugares, personas, mirar la telenovela con la niní, los olores, los colores de las flores, hablar de Películas con el Jéro y hasta las plantas del Jardín. No se da una idea como extraño los abrazos de mi suegra, le juro que eran tan calidos y tan sinceros que me llenaban el corazón de alegría. Ella fumaba mucho y yo siempre le escondía los cigarrillos detrás del tele, al final se ponía tan cabrona que le decía a donde estaban. Otra cosa que le daba vida a ese hogar era la gente que circulaba por la casa. Era la casa del pueblo¡¡¡ Male y Juli, eran dos hermanitos hijos de patricia, la vecina del 2º . Eran re quilomberos, tenían la costumbre de entrar sin tocar la puerta. Como era una casa de pasillo, éramos pocos y nos conocíamos mucho. Éramos dije. Fíjese como me sentía parte de esa familia. De esos ritos. La cosa es que a la hora de la siesta, cuando nos quedábamos solos con Victoria en su pieza, estos dos mocositos abrían la puerta y con paso de gacela se metían en la cocina y tiraban ollas o cubiertos al piso, onda para que saltemos del susto y salgamos de la habitación y nos pongamos a jugar con ellos, eran tan graciosos. Sentirme parte de esa familia me permitió proyectarme, me dio alas, me dio amor. Haber sido aceptado y haber ganado un lugar en esa familia. Me dio todo eso. Haber sido uno más de ellos me permitió conocerme. Comer al mediodía y saber que una de esas sillas era para mí. Saber que en año nuevo o en navidad mi presencia era deseada. Recibir retos y consejos de mi suegro sobre mi futuro era grandioso. Saberme contenido. Saberme amado. Eso también lo extraño. Con mi familia no me pasaba eso, porque mi familia hasta el día de hoy me duele. Nunca sentí que era parte de algo, porque éramos fragmentos de algo. Nunca hubo compañía, éramos solistas. Yo comía solo. Llegaba a mi casa y comía solo. Nadie me preguntaba como me había ido en la facultad. Como me sentía. Donde estaba la preocupación por el otro. ¿Había otro? Siempre éramos otros, había un “ellos” pero no había un “nosotros”. Mi familia siempre fue una gran confusión. Mi paradigma de familia lo encontré en ese espejo. Esa familia fué mi espejo. Yo me espejaba y me veía reflejado en una familia. Lo que proyectaba mi imagen en ese espejo me gustaba. No solo a mi me gustaba lo que veía. A los demás también. Mi reflejo gustaba. Era atractivo. Pero no pude sostener esa imagen. Era demasiado pesada. Termino cayéndose. Se venció porque el tiempo mismo te pone esa diyuntiva ante tu cara. Y para todo llega un momento. Aparte las relaciones cambian y las proyecciones van mostrando su cara más oscura. Se desfiguran. Desaparecen. Cada tanto me encuentro extrañando ese paradigma de familia. Y eso que lo intento, pero que difícil resulta volver a espejarme de nuevo. Hoy en día soy solo una proyección de lo que fui, casi como un espectro. Cada tanto nos cruzamos y somos solo apellidos y recuerdos. Es rarísimo como de un día para el otro pasamos a ser fantasmas de lo que fuimos. Gabriel

lunes, 29 de marzo de 2010

Tengo que borrarla, antes que ella me borre a mí

¿Para que la conocí? ¿Para que me metí con una pendeja? no tendría que haberla conocido nunca. No tendría que haber anotado su número. Ese fucken pub ¡¡ había mil minas y justo la tuve que cruzar a ella. ¿Para que le devolví ese mensaje? Si sabia que era tan pendeja nunca la hubiese dado mi número. La verdad Doc, es que ya me canse de sus pendejadas, ella siempre esta buscando el limite y ese límite es mi paciencia. Parezco su padre no su novio. Yo con ella quería una relación seria, pensé que estaba con una mujer, no con una pendeja, puse todo de mí para proyectar algo en común, incluirla y construir algo juntos y ella me responde con una mentira. Eso si que no lo perdono, no hay nada peor que la mentira, de ahí no se vuelve, ya le perdí la fe, ella me quito su confianza. Yo podría estar haciendo cualquiera y no lo hago. Pensar que hay mil minas allá afuera y yo la elegí a ella y así me responde, con mentiras. La otra noche me dijo que no iba a salir porque estaba cansada y me entero por amigos, que la vieron escaviadisima en una bizarren Party. El hecho quizás sea menor, ya los se Doc, pero el problema es que me mintió, y ahora ¿Como puedo creerle después de eso? ella me dice que soy un paranoico pero ella es una pendeja. Últimamente las cosas no estaban nada bien. Me estaban pasando cosas que antes no me pasaban. Era como un extraño presentimiento. ¿Sabe cuando se presentaba este sentimiento? cuando nos juntábamos a comer con otras parejas de amigos de ella. Me pasaba que los veía a los tipos sentados, tan cómodos con sus parejas, sonriendo y contándose los unos a los otros sus proyectos. Que patéticos, yo los veía tan serviles, tan dóciles al lado de sus mujeres, casi como atrapados en esas esferas femeninas de charlas insípidas. Nada de libros, pensamiento, música. Nada. La nada misma. Y yo los veía a esos tipos y me empezaba a ver a mí en esa mesa y ahí me agarraba un escozor por toda la piel, pensándome como ellos, pensando que al final yo terminaría siendo como uno de esos retrasados burgueses sin iniciativa y la verdad es que no quiero nada de eso para mí. Sabe Doc, antes de conocer a Yanina estuve un tiempo con otra chica, Wanda se llamaba, era… "agradable" ese seria el término, era una mina que siempre hacia lo que yo quería. Era una chica con muchos proyectos, medio ingenua, pero llena de vida. Estaba bueno estar con ella, porque me alegraba el corazón, no me cuestionaba demasiado y tenia una mirada de la vida bastante edulcorada. Nos llevábamos bastante bien. Digamos que la tenía atada.Hasta esa noche. Recuerdo que quedamos en ir al súper a comprar algo para comer, yo le había dicho que me sentía muy bien con ella, ella respondió con un "que bueno, yo también" muy ingenuo, muy de ella. Digamos que siempre pensaba en la idea de dejarla. No sabia cuando ni como, pero la idea estaba, salvo esa noche, se ve que me sentía solo y ella era mi única compañía. Comimos miramos una peli y cuando me estaba yendo, me agarro de la mano y con lagrimas en los ojos me dijo que lo mejor para los dos era que dejemos de estar juntos, me quede mudo, me dio un beso húmedo en mis labios apretándome muy fuerte contra su pecho y cerro rápidamente la puerta de casa y se fue. Escuche su llanto por las escaleras y quise abrazarla, decirle que pensemos mejor las cosas. Que no tomemos decisiones apresuradas, pero ya era tarde. Nunca hubiese imaginado que ella me iba a dejar. Fue una sorpresa que hasta el día de hoy me sigue dando vueltas por la cabeza. Al final debo suponer que Wanda siempre supo que la iba a dejar. Por eso Doc tengo que actuar lo más rápido posible, tengo que decirle a Yanina que no quiero estar mas con ella. La llamé el otro día para vernos y hablar un par de cosas, pero no me atiende, solo me mandó un sms diciéndome que la deje tranquila, que quiere pensar las cosas. ¿Tranquila? ¿Pensar que cosas? Seguro que tiene que pensar en como dejarme. ¿O no Doc? Necesito borrarla antes que ella me borre a mí. Andrés

domingo, 21 de marzo de 2010

La quería más a su madre que a mí

Doc, estoy muy confundida, estoy pasada de revoluciones y no se que hacer ¡¡ no rindo en ningún lado, encima la televisión no ayuda demasiado, publicidades y más publicidades llenas de parejitas felices con sus novios, re falso y re angustiante a la vez. En este momento de mi vida no tengo nada. Encima en el laburo no llego a entregar nada a tiempo y Vicky, mi socia me dijo que me tome unos días para tranquilizarme. Acabo de cumplir 30 años y la verdad es que es un reverendo bajón, le juro que estaba aferrada de los 29 y no quería soltarlos, un dos adelante es más relajante que tener un tres. Me siento vieja, sin proyectos, sin casa, y encima sin novio. Termine hace un par de meses, con Gabriel, mi ex. No me arrepiento en lo mas mínimo, de eso no tengo la mas minima duda. Pero lo que tuve que atravesar con ese pibe fue muy duro para mí. Todavía me cuesta creerlo. El era un pendejo sin proyectos, inmaduro y muy enfermo. Esto último era lo más angustiante de todo. Bastante triste, pero yo igual trataba de aconsejarlo y hablarle para que salga de ese lugar. Pero había algo más jodido. Su mama. Mi suegra. El siempre le hacia caso a todas las cosas que ella le decía. Estaba ciego no podía ver nada, bah, en realidad no quería ver, cosa que es muy distinta. Nunca me tenía en cuenta. Era como que no me daba el lugar. La primera vez que vi a la mama de Gabriel, me pareció súper amena. Una mujer dulce con una mirada calida y unos gestos muy bondadosos. Me acuerdo que me convido torta y hablamos de cómo nos habíamos conocido con Gabriel. Era como una tía para mi, me llamaba por teléfono para preguntarme como andaba, si había comido, si necesitaba algo, cualquier cosa, a mi no me molestaba, es mas me parecía amable de su parte. Para mis cúmpleaños siempre me regalaba ropa. Tenía un ojo clínico. Me compraba unas remeritas y unos jeans que me quedaban re bien. Nunca tuve que ir a cambiarlos de talle, ni nada. Nuestra relación se afianzaba y con Gabriel estábamos de lo mas bien. Hasta ese fatídico día en que le comunicamos que íbamos a probar de convivir juntos. Ahí comenzó a pudrirse todo. Se le transformo la cara. Arqueo las cejas de tal forma que no pudo evitar su cara de disgusto. Pero nos dijo que estaba feliz. Increíblemente al poco tiempo dejo de dirigirme la palabra. Me esquivaba, yo no entendía mucho pero, no me preocupaba, pensaba que tenía malos días. La cosa es que esa noticia fue un el detonante. Empezó a interponerse mal en nuestra relación. Recuerdo el día en que Gabriel empezaba la mudanza, Cristina le dijo que le habían diagnosticado Cáncer, él estaba muy angustiado, al ver esto le dije que pospongamos el proyecto de mudanza. Suspiro aliviado, me dio un beso y volvió a sonreír. A las dos semanas me dijo que su madre nos había mentido. Yo no podía creerlo. De mi parte ya no había retorno. Y esperaba que Gabriel hiciera lo mismo. Cosa que nunca sucedió, es mas sucedió algo peor. La defendió diciendo: -es mi vieja, que queres que haga- ahí se me oscureció todo. Empecé a darme cuenta que había algo enfermizo entre ella y él. Me costo pero tuve que afrontarlo. Gabriel Eligio quedarse con su madre antes que conmigo. La quería más a su madre que a mí. Victoria

lunes, 22 de febrero de 2010

Me quede sin batería

Hola Doctor ¡¡ hoy es mi primera consulta, llegue a este espacio recomendado por mi mujer, ella me dijo que le escriba, que se yo, dice que para que reflexione sobre mi vida, que quiero hacer y todas esas cosa ¿supongo?. Hoy por ejemplo me levante de buen humor y no se a que se debe. Yo en realidad no se cuando me levanto de buen humor y cuando no, hoy lo se porque Tania me lo dijo. Entonces ahí me entere, pero si fuese por mi, estoy seguro que no me daría cuenta. Tania es mi esposa, hace casi dos años que estamos conviviendo, a ella la conocí hace siete u ocho años, más o menos, no pasa un día que no agradezca a los dioses del más allá por haberla encontrado, no se que seria de mi, sin ella. Mucho no me acuerdo de esa época, no se que hacia, creo que nada, bah eso era lo que ella me decía. Siempre me repetía lo mismo: “no haces nada productivo, porque no te pones a estudiar algo” y como ella es Maestra, santa solución, me dijo que me ponga a estudiar magisterio, que con su ayuda y mi buena relación con los chicos lo terminaría rapidísimo. Se hicieron unos siete años. Pero estuvo bien. Apenas terminé magisterio, deje pasar un tiempito porque sentía que estaba en pañales y no quería apresurarme, entonces decidí tomarme dos añitos sabáticos. Cuando se lo comente a Tania, me miro desencajada y me dijo: “Hace lo que quieras mati, ya sos grande yo no te puedo andar diciendo lo que tenes que hacer” después me entendió. O eso creo. Recuerdo la vez que me llamaron de una escuela para hacer un reemplazo, fue todo tan rápido, la cosa es que ese era mi primer reemplazo y estaba tan nervioso que no pude dormir en toda la noche. Daba vueltas en la cama y sudaba. Le dije a Tania que lo mejor seria que no vaya así se me pasaba el malestar. Pero ella me abrazo y me dijo que me deje de decir boludeces que iba a estar todo bien, aparte con lo bien que me llevo con los chicos no iba a tener ningún problema. Y fue instantáneo, después de que me hablo me dormí. A la mañana escuche el reloj despertador como un trueno mortífero. Estallaba en mis tímpanos. Riiing ¡¡ Tania no estaba, me hubiese gustado que este, tenia miedo, pero me levante igual. Vi dos cosas bastante raras, primero que el desayuno estaba preparado en la cocina. Y segundo que estaba mi ropa seleccionada y planchada. Era raro, porque esas cosas las hacia siempre yo, como ella no esta nunca en casa porque trabaja todo el día y yo no hago nada, todo lo que sea domestico lo hago yo. Sin perder tiempo, agarre el monopatín a batería y me fui. Increíblemente a mitad de camino me quede sin batería. Estaba muy lejos. Me tuve que volver. No podía entender como se había terminado tan rápido la batería. Pero lo que mas me preocupaba era lo que Tania me iba a decir. Llego del trabajo exhausta pero expectante, me miro todavía con los bolsos y las carpetas en sus brazos y me pregunto: ¿y Mati ¡¡ como te fue? yo le conté la verdad. Le dije que me quede a mitad de camino pero que la culpa no fue mía sino del monopatín que se había quedado sin batería. Se desplomo en la silla, se agarro la cabeza y me dijo: ¿porque no te tomaste un colectivo para ir? Yo simplemente le respondí que no lo había pensado. Se acerco y me abrazo, después se fue a la habitación a cambiarse, en ese momento me fui a prepararle algo para comer y me volví a indignar con el monopatín. Y la verdad es que hasta el día de hoy sigo sin entender como a los sobrinitos de Tania les dura tanto la batería. Saludos Doc. Matías

domingo, 21 de febrero de 2010

Me oculto su muerte

Hola Doctor, sabe que el otro día me paso algo que hacia muchísimo que no lo revivía y me dejo bastante mal, por eso quería comentárselo, aparte sucedió casi sin quererlo, se ve que me agarro desprevenida, como suele pasar con esas cosas que uno no quiere que le pasen. La cosa es que fui al ropero a buscar unos impuestos viejos, porque del Inmobiliario me andan reclamando unas boletas impagas, cosa que es imposible porque yo tengo todo al día, entonces va que abro la cajita de las fotos y lo volví a ver al Alfonso, mi difunto esposo -que en paz descanse- y me agarro un escalofrío que me dejo quieta, me paralice. Era como una angustia mezclada con nostalgia. No se, pero no aguante y me puse a ver las fotos, después de casi siete años sin abrir la cajita. Porque desde el mismo día en que murió, yo clausure los recuerdos. Así nomás, porque ver esas fotos me hacían recordarlo, entonces no las toque nunca mas. Y eso que yo se que el pasado es pasado, y lo pasado pisado, pero a veces vuelve. Y así fue. Bueno, la cosa es que me acomode en la silla y me puse a verlas. Una por una. Que jóvenes que éramos. Hay una en la que estamos en Mar del plata. Es tan ridícula esa fotografía, que cada vez que la veo me río sola, parezco una loca, pero siempre me pasa lo mismo. El aparece con una peluca larga y negra, parece un indio del amazonas y tiene unos remos en la mano y yo aparezco atrás mirándolo y riéndome de sus monerías. Que linda foto ¡El viajaba mucho sabe y en uno de esos tantos viajes se ve que se pesco el Chagas. El siempre me contaba cuando volvía de sus viajes por el norte del país, que en muchos pueblitos tenia que dormir en pocilgas, ni siquiera eran hoteles, sino que eran como cuartitos muy chiquitos, en donde apenas cabía una cama, un ventilador de techo, una mesita de luz y algún que otro revistero. Nada de televisión, ni radio. Pobre Alfonso. El era muy solitario, siempre me decía que le encantaba viajar por la ruta escuchando música. A el le gustaba la música clásica como a mi, éramos dos melómanos empedernidos. El era viajante sabe, y así se ganaba la vida. Se recorría el país vendiendo para la Yerbatera Misiones. Buena gente. Siempre nos invitaban a los asados de fin de año que se hacían en el Club Federal en el Barrió Echesortu, un club típicamente de barrio, pintado de rojo y blanco, yo siempre me iba vestida haciendo juego con alguno de esos colores. Una noche me acuerdo que fue tan linda, estábamos todos bebiendo y comiendo empanadas y un sabrosísimo asado, sobre largos tablones, tan largos eran, que ni los caballetes de madera alcanzaban para apilarlos. Que risa. Había un animador y hasta unos números de tango. El Alfonso cada vez que me miraba, yo lo besaba con tantas ganas que hasta el día de hoy me produce una sensación tan extraña y tan familiar, que recordarlo me termina haciendo muy mal. Por eso trato de no pensarlo. No lo quiero pensar más, porque me duele. Me duele el pecho de pensarlo. Aparte ya sufrí demasiado cuidándolo, no le solté la mano hasta que dio el último aliento. Tenía el corazón muy hinchado, como una sandia, así me decían los médicos. El Chagas una vez que te lo agarras lo podes tratar, pero no se cura, y el ni se lo trato. Dejo que avanzara. Me lo oculto. Nunca me lo dijo. Eso fue lo que mas me dolió. Que no me lo haya dicho a tiempo para tratarlo, para hacer algo, nose. Será por eso que desde que murió, en vez de recordarlo lo enterré. Será por eso que yo lo oculte, lo negué y lo niego. Murió en mis recuerdos. Fue. Como dicen los chicos. Y así como apareció en estas fotos, se va a ir. Por eso, lo mejor va a ser que vaya al patio, agarre unos fósforos y queme todas las fotos. Así no aparece más. Gracias por escucharme Doctor. Chicha

martes, 9 de febrero de 2010

Las miradas me incomodan

Que tal Doc, hoy quería hablarle de algo que vengo sintiendo hace rato y no se bien de que se trata pero créame que es realmente raro. Es más, por momentos empiezo a pensar que hay algo que me mueve más hacia la insania que a la cordura. Noto que algunas de mis actitudes para con el mundo que me rodea son bastantes extremas y para atajarme de no romper todo, encuentro una solución en la huida. Huyo de las cosas. Es raro, pero las enfrento huyendo. Porque si me quedo se que se va todo a la reverenda mierda y rompo todo, por eso creo que lo mejor es combatir a distancia. No cuerpo a cuerpo. Nunca es cuerpo a cuerpo siempre es desde la otra orilla. Con esto evito que la sangre llegue al río, o a lo sumo trato de que se quede en mi orilla. Esto me retrotrae a cuando era chico. Recuerdo que padecía mucho los lugares. Estar en un lugar me ponía muy nervioso. Siempre me quería ir. No podía estar. No lo soportaba. Recuerdo una tarde, tenia seis o siete años, no mas, era un acto escolar, yo estaba vestido de marinero con un trajecito blanco muy delicado, con unas costuras muy lindas “la mame” me lo había hecho. Hasta el gorrito me había confeccionado. Estaba de punta en blanco. No se si estaba feliz. Eso nunca lo supe. Solo sabía que estaba ahí, en ese acto esperando que “la mame” me viera. Necesitaba verla y sentir su mirada. Sentir que yo estaba en ese acto escolar por alguien. Y que los aplausos y los gritos de alegría que se desprendían de las tribunas de los padres de mis compañeros, también me llegaran a mí. Esas cosas te llenan el corazón. Eso necesitaba. Pero no paso. La mame no estaba. Salí a escena y en vez de actuar mire para todos lados. La buscaba con la mirada. Buscaba amor. Buscaba el amor que solo transmiten algunas miradas. Como esos perros callejeros que te buscan con el hocico la mano y después te miran con un amor increíble. Buscaba ese entendimiento en los ojos de la mujer que me cuido. Que me crío. Pero no estaba. Entonces salí corriendo. Corrí lo más que pude. Me escape. Huí. Necesitaba saber como estaba. Adonde estaba. Si le había pasado algo. En ese instante las otras familias, para mi no eran mas que cartón pintado. El mundo, mi mundo era la mame. El acto siguió. Imagino. Como siguen las cosas cuando uno se va. Uno piensa que es indispensable en algunos lugares y resulta que no es así. No somos más que luces incandescentes que cuando se apagan, se apagan y listo. No hay magia. Son luces. Nada más. Somos luces que nos apagamos. La portera me atajo en la puerta y no pude escapar. Del acto no quise saber mas nada. De mi compañeros menos. Todo me fue indiferente ese día. No lo olvido nunca más. Ese sentimiento me acompaña hasta el día de hoy. ya no soy mas ese chico, pero ese sentimiento me asfixia. no me deja respirar. Siento que algo no esta bien, por eso quiero huir de los lugares, me empiezo a incomodar, siento que ninguno es mi lugar, que mi lugar esta en otro lado. Que en otro lado hay alguien esperándome. Mi presente me incomoda. Por eso huyo. Siempre estoy corriendo. En el trabajo se me hace manifiesto todo el tiempo. Siento que murmuran cosas de mí. Y tengo ganas de levantarme y romperles la boca a trompadas solo para ver como dejan de hablar de mí. Solo para eso, para que dejen de hablar de mí. Tan importante soy que hablan todo el tiempo de mi. Porque no hablan de ellos. O acaso no tienen temas de conversación. Los veo hablando y riéndose de mí. Hablan a mis espaldas. Son unas sanguijuelas. Se te suben por las piernas y te succionan la sangre. Te chupan hasta consumirte. Y si son muchas es más peligroso aun. Por eso hay que estar atentos y ver el momento adecuado para patearles de lleno la cabeza. Así de corta. Porque yo no sabre leer los labios, pero se leer lo que dicen sus ojos, y esos ojos no paran de hablar de mi. En un rato algo va a pasar. Lo presiento. O me cruzo de orilla y espero a que las aguas se calmen o les pateo la cabeza. Mejor bajo la cabeza y sigo firmando cheques. No falta mucho para el horario de salida y presiento que nada bueno nos espera. Atte. Andres

lunes, 1 de febrero de 2010

Yo soy mi propia Familia




Que tal doctor, mi nombre es Andrés y hace dos días me dieron una semana de descanso en el trabajo. Argumentaron estrés. Yo realmente desconozco el motivo. Por eso le consulto. Déjeme que le cuente. Yo trabajo en la parte contable de una empresa de correos. Mi función es viabilizar pagos. Todos los acreedores cobran si yo doy el okay. Digamos que tengo cierto poder. ¿Vio que esta bueno sentir eso o no Doc? tener poder ilimitado sobre los demás es algo que pocos sabemos administrar. Usted es como yo, me entiende lo que le digo. Recuerdo una situación unos días previos a navidad, uno de los proveedores me regalo una caja de vinos. Congraciándose por un pago que cobró a término. La eficiencia se ve que antes de mi, bien gracias. Ja ¡Entonces como eran demasiados vinos para mi y aparte hacia poco que estaba en la empresa, decidí repartirlos con mis compañeros de sección, fue un gesto de fraternidad. Para que ¡¡¡ Estaban más que agradecidos. A mi me daba igual, ya que no soy de tomar vino, pero fue bien recibido. Con el tiempo me arrepentí, porque los fui conociendo y me fui decepcionando de apoco. Recuerdo que lo primero que me dijeron en forma coral apenas ingrese a la firma fue: - tene cuidado con la contadora, que es una reverenda hija de puta- yo no sabia de quien se trataba, pero asentí con la cabeza. A las dos semanas descubrí lo que pasaba con Andrea, la contadora. Supe que detrás de cada uno de ellos había un esclavo, un patético y temerario ser con mucho miedo. Sucede que como ninguno de ellos supo como manejarse ante el poder, simplemente lo acataron. Y eso con el tiempo degenera en miedo. Así fue. Le tenían miedo. Todos y cada uno de ellos. Yo soy diferente. Cuando siento que hay algo poderoso lo enfrento, no me aterro. No me subyugo al poder. Lo respeto lo trato de igual a igual. Y en ocasiones hasta lo enfrento. Andrea, al poco tiempo de conocerme, se fue percatando de eso. Déjeme confesarle Doc, que desde que llegue a la firma, siempre supe que entraba a trabajar en la sección contable, pero estos corderos nunca se imaginaron que iban a trabajar en un pequeño infierno, en donde quien reinaba era el terror. O mejor dicho, Andrea. Siempre que ella abría la puerta de su oficina y salía a hacer alguna diligencia, todos dejaban de cuchichear, cerraban sus Messenger, agachaban la cabeza y se ponían a laburar. Son novillos dóciles, tan mansos como gregarios. Ella lo sabe y no hace otra cosa más que arrearlos. Yo sonrío cuando pasa a mi lado, ella también me sonríe y con un guiño juguetón, me invita a que la acompañe a la cafetería. Nos llevamos bien. Nos reímos y nos contamos cosas. La semana pasada me dijo que estaba llena de laburo, y me encargo que vaya a hablar con Mariano, el presidente, para que firme unos cheques, urgentes ¡¡¡ Yo fui con total seguridad. Subí las escaleras, golpee la puerta, espere unos segundos y abrí. Entre y recuerdo que lo vi reclinado en su asiento, hablando relajadamente por teléfono, nimiedades por lo que llegue a escuchar, me vio y con un ademán me invito a esperarlo sentado. Lo hice placidamente. Colgó y me dijo: -si, que pasa? Le di las razones de mi presencia, firmo los cheques, y sin levantar la vista me dijo en un tono canchero: ¿Como anda la flia? ¿Flia? De que familia me habla este pelotudo, pensé en clavarle el lápiz en el medio del ojo, pero solo lo pensé. Después me pregunte. Sabrá que no me hablo hace mas de un siglo con nadie de mi familia desde que supe que mi vieja me abandono y se fue con un boliguayo de mierda dejándome al cuidado de la “mame” mi vecina. ¿Sabrá eso este hijo de mil puta? Entonces automáticamente le dije: -vos sos imbecil que me haces esa pregunta, no leíste mi curriculum, bien clarito lo dice: “yo soy mi propia familia”.

lunes, 25 de enero de 2010

En la cochina de la tía Chicha.




Discúlpeme doctor que lo moleste. Pero estoy preocupada por el pepi, mi sobrino, lo noto raro, callado, solitario y medio que le esquiva la mirada al padre cuando le habla. Eso es raro, el siempre mira a los ojos. Es callado pero obediente. Algo le pasa. El pepi no habla mucho de sus cosas con nosotros; Según la Carmela -mi vecina- es normal, para eso están sus amigos; A mi, medio que no me gusta que me oculte en que anda,  por eso yo siempre le reviso sus cosas sin que el lo sepa. Una vez le encontré unas revistas pornográficas. Lo agarre de los pelos y lo lleve al patio. Agarre unos fósforos y las prendí fuego. Ni se inmuto. El sabía que esas revistas eran algo malo. Desde ese momento no le encontré mas nada de eso. Yo siempre le estoy a tras, porque quiero educarlo bien. Quiero que salga derechito. El pepi es lo que mas me importa en esta vida. Dese cuenta que yo no tuve hijos  y el para mi es como un hijo. Yo le busque escuela y parroquia. Siempre le pregunto como le va en la escuela. Le pido la libreta para ver las notas. Todos sietes y ochos. Esta bien. Es un chico aplicado. Cuando hay problemas, su padre mucho no se mete, igual siempre estoy yo. Imagínese. El viene con sus amigos a mi casa y yo siempre los recibo con masitas y chocolatada. Para mi son todos invitados. Algunos son unos vándalos que realmente no los puedo ni ver; Hay uno que es su mejor amigo, le dicen “tincho” ese si que es un sabandija. De todas las veces que ha venido a nuestra casa, nunca pero nunca menciono a sus padres ¿entiende? Como si no existieran. Ese chico no me gusta nada. ¿Acaso no tiene padres? Y el pepi que es un amor, siempre sale a defenderlo diciendo que los padres del chico siempre me mandan saludos. ¿Que comprador que es este pepi no? Yo le creo, el nunca miente. Por eso me resulta raro lo que me dijo la silvina, la chica de limpieza que viene todos los martes con Fabiola, su hijita. La trae porque no tiene donde dejarla. La cosa es que me dijo que el pepi la estuvo manoseando a la Fabiola. Yo le dije que no podía ser posible, porque el pepi nunca haría algo así. Primero le pregunte si le contó a alguien. Imagínese si se enteran de algo así ¡¡¡ me dijo que no, ahí me quede tranquila, entonces después le pregunte como se dio cuenta y me dijo que la Fabiola le contó que la tocaron un par de veces en mi cocina. Así dijo: “en la cochina de la cheñora Chicha” .Entonces no me quedo otra que darle unos pesos para que se calle la boca, y le asegure que no iba a pasar nunca más. Ella acepto, y quedamos en que no va a traer a Fabiola por un tiempo. Pero que quiere que le diga Doctor, a mi me quedan muchas dudas. Que se yo que pensar, para mi que estas chinitas de porquería se pusieron de acuerdo para sacarme plata; Yo le pague y asunto terminado. No vaya a ser que se comente en el barrio. Y después el rumor se haga más y más grande y mejor ni pensarlo. Por eso le digo Doctor, o esta negra de mierda me metió el verso porque necesitaba plata o quien pudo haber sido también es ese degeneradito de su amigo, el tincho ese, porque ahora que lo pienso, mire que casualidad, pero siempre viene a buscarlo los martes para ir a gimnasia, y siempre es de quedarse un rato por la casa deambulando. Que cochino de porquería. Pero yo mejor me callo y hago como que no paso nada.

Chicha

miércoles, 20 de enero de 2010

Estoy enamorado de los recuerdos de mi ex




Que tal doc. Soy Gabriel nuevamente, si ya se no me diga nada, muchas consultas y poco progreso, no es nada fácil, me cuesta aceptarlo pero sigo pensando en Victoria ya pasaron varias semanas y sigo pensando en ella. No se que hacer. Estoy como tildado, como cuando te matan en los videojuegos, que estas titilando y no te podes mover, bueno así y eso hace que no pueda engancharme con otras minas. Es un garrón. Supongo que tendría que dejarla ir. ¿Dejarla ir? Creo que eso solo sucede en las películas. ¿vio como esos espectros que quedan dando vueltas? Bueno yo seria uno de ellos, pero con la patética diferencia que todavia no la puedo soltar. la tengo amarrada del cuello como a un perro o peor aun, como a un muerto. Buhh¡¡ que miedo. Es terrible doc, yo nunca mataría a nadie. Es mas, yo no se como hizo barreda, el tipo se ve que un día se levanto con el pie izquierdo y se llevo a la tumba a su suegra, a la esposa y a sus hijas, un delirante total. Yo así no. Esta bien que no estoy muy cuerdo que digamos pero asesino no soy. Según mis amigos, el problema es que estoy casi siempre hablando de ella, la nombro en todo momento. Por ejemplo cuando nos juntamos a comer un asado con los pibes y nos  ponemos a contar anécdotas, ella aparece, o como cuando voy al súper a comprar algo de comida y ahí nomás aparece ella con sus ricas tartas y sus ensaladas exóticas. Para que le cuento, el sumun se da en los boliches, cuando me encaro nuevas minitas, no paro de hablarles de ella. Por suerte las chicas me hablan de sus ex, entonces resulta enriquecedor. ¿Que tendría que hacer? ¿Enterrarla? no lo digo literalmente, sino simbólicamente. Claro¡¡¡ eso tendría que hacer. Primero, lo que podría hacer es elegir uno de los parques o las placitas a la cuales nos gustaba ir, entonces ahí, cabo una fosa y sepulto todos nuestros recuerdos. Si¡¡¡ eso seria fabuloso. Con esa acción tan significativa, estaría dando un cierre a todo esto. Algo así como un duelo. ¿Hay un duelo para el amor? Según mis amigos es un año, ahora quien dice uno dice dos ¿No? Que se yo. Cuando se murió mi gato. Que en paz descanse pobre dartanian, lo enterramos en el fondo del jardín de la casa de mi amigo raulo. Se llama Raúl, pero acá en el barrio todo se tergiversa -vio como son los barrios- entonces con mi abuela -yo vivo en lo de mi nona- fuimos y cavamos el pozo de a ratos, porque entre palada y palada venia un mate -tiendo a deshidratarme- lo envolví en una sabana, lo puse en una caja y le puse su soguita, sus juguetitos y su collar. Fue un gato muy mimado. Ahora ¿cuando uno vive muchos años, solo se debe al amor? El otro día vi una película de un pibe que se va a vivir solo, pero no solo de su casa, sino de la ciudad, era yanqui la película. Se fue a vivir solo al desierto. La cosa es que termina comiendo unos venenitos tóxicos. Esta buena esa parte porque el pibe tenia un libro de frutos silvestres que le decían cuales eran los malos y cuales los buenos. Digo. Había unos súper tóxicos y otros que eran comestibles. La cosa es que estaba muerto de hambre y confunde unos por otros, entonces va que se come los malos y muere. Casi una tragedia griega. La diferencia es que nunca hubo un objeto de amor. Es decir una mina. Entonces me pregunto. ¿No será que yo solo amo los recuerdos de Victoria?
 

A espera de sus respuestas 
Gabriel    

martes, 5 de enero de 2010

Estoy llena de complejos



Hola Doctor, esta es mi primera consulta, así que trateme bien, je ¡Me llamo luciana, pero me dicen Lu. Trabajo en el shopping, en un centro de estética. Soy recepcionista. ¿Sabe lo que mas me gusta de mi trabajo? los chicos del local de enfrente. Ja ¡Son re copados. Aparte son súper lindos. Siempre me hago como que estoy súper concentrada con la compu, cuando en realidad miro a ver que están haciendo. Hace poco que están. Son nuevos. Siempre me gusta hacer como que hago algo y en realidad los estoy mirando. Es como cuando mentimos ¡digamos que me gusta mentir. Otros dicen que es histeria. Volviendo al tema, quería hacerle unas consultas. Dígame una cosa. ¿Esta mal que me cuide con las comidas? Porque mis amigas siempre me dicen que estoy flaca cuando en realidad estoy súper gorda. Ellas me mienten para que yo no me enrolle. Pero igual me enrollo. Aparte lo hacen porque saben que soy súper acomplejada con mi cuerpo. Mi ex novio iba siempre a la isla y me decía todo el tiempo que vaya con él, pero yo no soportaba ver los jamones de piernas que tenia. Bah, que tengo¡¡¡ parecen unas piernas de futbolista acompañadas por un culo de araña galponera mal. Voy de dieta en dieta, pero nada. El otro día comí una ensalada de arroz, granos de choclo y huevo. Siempre trato de cuidarme porque mis caderas se van ensanchando y no me gusta para nada. Yo no se como hace mi amiga julia, se come todo y siempre esta súper flaca. Siempre esta mejor que yo, la odio¡¡¡ no se que hacer ¡¡¡ pero no me importa, porque igual ella, no tiene la piel que yo tengo. Siempre me dijeron que tengo una piel hermosa. Sabe una cosa, me estoy haciendo una hidratación facial, jaja si me viera Doc! es lo más, exfolia e hidrata la piel, se hace en varios pasos, voy por el primero, le cuento. Primero hago una limpieza facial con un gel que es para el tipo de piel que yo tengo, enjuago la cara y me coloco una mascara exfoliante que tiene esencia de almendras, semillitas y gránulos. Lo que hace es remover las células muertas y dar paso a las nuevas. Es como para que respire y también sirve para retirar el exceso de grasa y tratar el acne. Tengo que dejar la mascara unos 20 minutos para que haga efecto. Se siente bien jaja. En un rato viene julia a visitarme, cuando me vea se va a morir de la envidia. ¿Exfoliante así se escribe no? Los hombres también se lo pueden hacer, es mas yo a veces se lo hago a mi papa, cuando estoy al pedo, pero tengo que llevar todo el cremerio y es un quilombo. Cada tanto me hago un lugar en el bolso y llevo todo, son como 7 cremas o más. Siempre me dice que se siente bien después del tratamiento. Yo le digo lo mismo. Es medio raro doc, pero cada vez que estoy en pareja con alguien estoy mal, y cuando estoy sola estoy bien. ¿Tan mal estoy Doc?. Últimamente se me pegan todos “obses” por eso no quiero estar con nadie. Mejor sola que mal acompañada no? Quiero estar bien. Dígame Doc. ¿Como tengo que hacer para estar bien?

Lu